david (4 Posts hasta ahora) |  | ¿Ha conocido alguna vez a un verdadero 
cristiano?¿Ha estado alguna vez en una 
iglesia de auténticos cristianos? ¿Está usted 
seguro? En el mundo turbulento y confuso 
en que nos ha tocado vivir, hay centenares 
de sectas e iglesias que, llamándose 
cristianas (esto es que profesan la religión 
de Cristo), suelen tener entre sí diferencias 
radicales en sus creencias y costumbres. 
Esta es una de las razones por las cuales las 
personas no cristianas rechazan la idea de 
que el cristianismo sea una religión 
directamente inspirada por Dios. 
Y no es de extrañar, pues muchas de las 
guerras de la historia moderna han sido 
desatadas por naciones que se dicen 
cristianas. Y en los últimos decenios, los 
índices de violaciones, hurtos y homicidios 
han ascendido vertiginosamente en la 
mayoría de los países cristianos. 
¿Cuál es la causa? 
¿Es posible acaso que no hayamos 
comprendido lo que es el verdadero 
cristianismo? ¿Cabe la posibilidad de que los 
millones de personas que asisten con 
regularidad a una iglesia no entiendan 
realmente ni pongan en práctica las 
enseñanzas claras y concretas de Jesucristo? 
Sören Kierkegaard, el célebre precursor del 
existencialismo,escribió en su obra titulada 
Ataque al Cristianismo: "El cristianismo del 
Nuevo Testamento simplemente no existe. A 
lo largo de los siglos, millones de personas 
han sacado paulatinamente a Dios del 
cristianismo, y han logrado convertirlo en 
algo diametralmente opuesto a lo que se 
encuentra en el Nuevo Testamento". 
Nos preguntamos entonces: ¿Por qué ya no 
existe el cristianismo del Nuevo Testamento? 
¿Por qué hay tantos millones de personas 
confundidas en lo que se refiere al 
verdadero cristianismo? Un engaño 
premeditado 
Si entendiéramos lo que la Biblia dice en 
forma tan clara y sencilla, sabríamos por qué 
hay tan pocos cristianos de verdad. Me 
permito explicar: Jesús dijo muy claramente: 
"Vendrán muchos en mi nombre, diciendo: 
Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán" (Mt. 
24:5). Téngase en cuenta que esta personas 
NO vienen en su propio nombre, sino en el 
nombre de Cristo. Estos falsos profetas no 
dicen que ellos son Jesucristo, sino que se 
valen del nombre de Él para enseñar sus 
falsas ideas religiosas y sus conceptos bajo 
el estandarte del cristianismo. 
Si tienen suficiente sagacidad, pueden 
aplicar el calificativo de cristiano 
prácticamente a cualquier cosa. Pueden 
expresar sus ideas y conceptos en suaves 
términos religiosos que acarician el oído 
para que muchos los crean. 
La realidad es que aunque muchas personas 
sinceras no se dan cuenta, el autor del 
engaño religioso es un gran ser espiritual 
llamado Satanás el diablo. Éste, quien fue 
antes un ser dotado de gran belleza e 
inteligencia (Ez. 28:12-15), es hoy, por 
antonomasia, diabólicamente astuto y 
sumamente hábil para fascinar y engañar a 
los incautos. 
Dios llama a Satanás el "príncipe de la 
potestad del aire, el espíritu que ahora 
opera en los hijos de desobediencia" (Ef. 
2:2). En Apocalipsis 12:9 hallamos otra 
referencia a Satanás: "Fue lanzado fuera el 
gran dragón, la serpiente antigua, que se 
llama diablo y Satanás, el cual engaña al 
mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus 
ángeles fueron arrojados con él". 
Vemos entonces que Satanás actúa en los 
hijos de desobediencia, y que engaña al 
mundo entero. Huelga decir que son miles 
de millones los que por él han sido 
engañados. 
Se trata entonces de un GRAN engaño. 
El hecho es que bajo la influencia invisible 
pero poderosa de Satanás el diablo, se 
introdujeron muchas ideas como si fueran 
cristianas, cuando en realidad no lo eran en 
absoluto. Además, las enseñanzas claras y 
precisas de Jesucristo que definen la 
conducta diaria del cristiano, quedaron 
enterradas bajo un alud de credos, 
doctrinas y liturgias. 
En su obra titulada The Story of the Christian 
Church (La historia de la iglesia cristiana), 
Jesse Lyman Hurlbut hace esta asombrosa 
observación: 
"A la última generación del primer siglo (del 
año 68 al año 100 después de Cristo), la 
llamamos ‘la Era de las Sombras’ en parte a 
causa de las nubes negras de persecución 
que se cernían sobre la iglesia, pero 
principalmente porque es el período 
histórico del que menos sabemos. Ya no 
contamos con la guía que nos 
proporcionaba la clara luz del libro de los 
Hechos y no hubo autor de aquella época 
que llenara ese vacío de la historia. 
Quisiéramos leer la continuación del libro de 
los Hechos escrita por compañeros de San 
Pablo como Timoteo, Apolos y Tito, pero ni 
de éstos ni de los otros amigos se hace 
mención después de la muerte del apóstol. 
Durante 50 años después de la vida de San 
Pablo cae el telón sobre la iglesia, telón a 
través del cual tratamos en vano de mirar; y 
cuando al fin se levanta, hacia el año 120 
después de Cristo, con los escritos de los 
primeros padres de la iglesia, encontramos 
una iglesia en muchos aspectos muy 
diferente de aquella que existía en la época 
de San Pedro y San Pablo."  |